Ya prácticamente se acabó el verano y vuelve la época de la vuelta al colegio y al trabajo. Después de haber disfrutado de las vacaciones y haber podido dedicarnos a salir, viajar, descansar y en definitiva, recargar las pilas.

La vida lenta o Slow Life:

Este modo de vida, implica una manera diferente de vivir, a modo individual a nivel familiar o incluso ya se ha establecido en algunas ciudades o comunidades.

Aunque para entender o vivir este “Slow Life”, no existe un patrón clave, cada uno puede practicarlo y descubrirlo a su manera.

Normalmente y con la vida tan ajetreada que todos tenemos, no nos damos cuenta de lo que nos perdemos por no poder disfrutar de las pequeñas cosas del día a día. A veces, menos es más.

Éstas pueden ser: desde comer sin prisas, leer, hacer deporte, disfrutar de un paseo agradable y cómo no, de disfrutar de acudir al dentista.

¡Sí! has oído bien, es posible acudir a la consulta del dentista sin agobios, sin prisas, y todo ello desembocará en una mejor atención tanto paciente-profesional, como en una mayor calidad del tratamiento recibida.

¿En qué consiste la Slow life?

Es un movimiento cultural o corriente que surge en Italia en los 80, que invita a vivir la vida más despacio, disfrutar de ella, y de todos los momentos del día a día.

Puede aplicarse sobre uno mismo, con familiares o amigos. Y en actividades en solitario: como hacer deporte, leer, pintar, escuchar música, disfrutar de la comida, de la moda, o actividades en grupo: como clases colectivas o reuniones de trabajo, etc.

El concepto de Slow Life, nos brinda el “Vivir despacio, de manera sostenible, plena y consciente”.

Vale, y.. ¿Para qué sirve?

Yo te hablo desde mi propia experiencia, tanto aplicándolo a mi vida personal, como a mi vida profesional como dentista. Esta filosofía de vida, me sirve para tomar conciencia de mi día a día.

En la “Fast life” todos vivimos a la carrera, con agendas alocadas, saturadas de planes y siempre con la sensación de estar agotado y sin saber en qué se te ha ido el tiempo. Llega el fin de semana, y muchas veces lejos de poder descansar, somos convocados por amigos o familiares para “disfrutar del fin de semana juntos ” y muchas veces sin poder descansar correctamente por realizar planes de ocio “activo”.

Esta forma de vida, nos enseña que podemos “desconectar” del concepto de producir-producir y de las frases como: “no me da la vida para más…”,”me faltan horas al día..”, o “ya lo haré el fin de semana…”

Con este modo de entender la vida, podemos pulsar el botón de STOP, y con ello poder disfrutar más de las tareas cotidianas, de las relaciones con las personas de nuestro entorno y de aquellos momentos o actividades que nos llenan o nos hacen sentir realizado.

En realidad da igual lo que hagas, sólo tienes que poner el “Modo Slow ON”

Y… ¿qué es la Slow Dentistry?

Pues como su nombre bien indica, es poder aplicar todos estos conceptos a la relación paciente-odontólogo, para mejorar la experiencia de acudir a la dentista desde la primera visita.

El mero hecho de poder destinar tiempo suficiente en conocer las experiencias previas de nuestros pacientes, sus expectativas, sus miedos, nos permite a los que practicamos la Slow Dentistry, que nuestra relación sea mucho más humana y más profesional.

Aparte de mejorar las relaciones, se forjan lazos y amistades que (sobre todo a pacientes con fobia al dentista), se convierten en una experiencia positiva para ellos. Esto también se traduce en que el paciente una vez conocidos los diferentes tratamientos, sea partícipe en la toma de decisiones. Para finalmente, recibir un tratamiento de alta calidad.

También es importante recalcar, que planificando nuestros tiempos de manera correcta, podemos ofrecer una puntualidad para atender a todos nuestros pacientes sin esperas prolongadas en la sala de espera.

Para nosotros como profesionales que practicamos Slow Dentistry, disfrutamos sin prisas de los tratamientos que planificamos y ejecutamos, para ofrecer una odontología de alta calidad.

No dejamos nada a la improvisación, ya que todo el tratamiento del paciente se planifica por adelantado. De esta forma minimizamos los posibles fallos que pudieran aparecer a lo largo del tratamiento dental.

Este tipo de odontología, necesita una gran inversión en tecnología y conocimientos para poder ofrecer las últimas y actualizadas técnicas a nuestros pacientes.

¿Y tú? ¿Eres adicto a la “Fast Life”? ¿Has experimentado esta sensación? ¿o prefieres la calma y disfrutar de la experiencia?

En Clínica Dental MiBO Almería, somos Slow por naturaleza, y la aplicamos en todos nuestros tratamientos dentales. Si aún no crees que tu experiencia de acudir al dentista se puede transformar en una experiencia agradable, es porque aún no nos conoces.